Un estudio de la Universidad de Texas, en Austin (Estados Unidos) que se publica en la revista "Proceedings of the Royal Society B" sugiere que los dinosaurios no se expandieron por el mundo sometiendo a otras especies sino aprovechando una catástrofe natural que eliminó a sus competidores.
El equipo científico de este estudio analiza una nueva especie, el Sarahsaurus, un sauropodomorfo (pequeño ancestro de los saurópodos), que vivió hace unos 190 millones de años, tenía 4,2 metros de largo y pesaba unos 115 kilogramos.
La creencia general es que los dinosaurios se expandieron rápidamente para conquistar todo el mundo y que eran tan inteligentes que superaron al resto de animales. Pero este estudio concluye que el Sarahsaurus y otros dos dinosaurios primigenios emigraron a Norteamérica después de la extinción masiva, que ocurrió al final del Triásico y no antes de ella.
Como explica uno de los científicos, Tim Rowe, los dinosaurios eran criaturas más opurtunistas y sin pretensiones de lo que se pensaba, ya que ellos no invadían el territorio, sino que esperaban a que las especies ocupantes desaparecieran para instalarse.
Algo que también llama la atención de los expertos es que las manos del Sarahsaurus aunque son más pequeñas que las de un humano adulto, tienen una constitución mucho más potente y con unas grandes garras, con las que llevarían a cabo tareas desconocidas que necesitaban una gran fuerza.
Link al artículo: Dispersal and diversity in the earliest North American sauropodomorph dinosaurs, with a description of a new taxon
Ilustración de John Maisano
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