Los restos del enorme bóvido, que vivió hace unos 19.000 años, fueron encontrados en 2006 en el yacimiento Kiputz IX, pero no se muestra hasta ahora, finalizado ya el enorme trabajo de reconstrución de su espectacular cráneo, coronado por una cornamenta de más de un metro de envergadura entre ambos pitones. Castaños ha señalado que el cráneo de este animal es uno de los mejores conservados de su especie no sólo en España y Portugal, sino también en Europa Occidental.
El espécimen hallado en Mutriku murió de forma natural al caer en una sima, conocida como Kiputz IX, junto a decenas de otros animales, lo que ha convertido a esta cueva de seis metros de profundidad y dos metros y medio de diámetro en uno de los mejores yacimientos de fauna prehistórica de la península. De hecho se han recuperado más de 12.000 fósiles casi completos de distintas especies (18 bisontes, 23 renos, 48 ciervos, osos, cabras montesas, rebecos, varios zorros y un cachorro de león).
Foto EFE
ABC
El espécimen hallado en Mutriku murió de forma natural al caer en una sima, conocida como Kiputz IX, junto a decenas de otros animales, lo que ha convertido a esta cueva de seis metros de profundidad y dos metros y medio de diámetro en uno de los mejores yacimientos de fauna prehistórica de la península. De hecho se han recuperado más de 12.000 fósiles casi completos de distintas especies (18 bisontes, 23 renos, 48 ciervos, osos, cabras montesas, rebecos, varios zorros y un cachorro de león).
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2 comentarios:
Enhorabuena¡¡¡¡
Estoy muy contento porque por Pedro Castaños y Xabier Murelaga me dedico a la paleontología.
A ver si se me pega algo de ellos...
Increíble la verdad. Ya tiene que ser buenas las condiciones de conservación de la sima, aunque es lo que tiene las simas, que permiten un buena conservación de lo especímenes que ha ido a parar allí.
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