Científicos del Museo de Nueva York y de las Universidades de Binghamton y Cardiff han desenterrado en el estado de Nueva York un bosque entero fosilizado de hace 385 millones de años, el suelo del bosque más antiguo del mundo.
La investigación, que aparece publicada en la revista Nature, ha permitido describir la extraordinaria riqueza y complejidad de este paraje natural, al tiempo que puede arrojar nueva luz sobre el papel de los bosques actuales y su impacto en el cambio climático.
El antiguo bosque era inesperadamente complejo. Para empezar, los árboles de Gilboa, de hasta 10 metros de altura y parecidos a palmeras, se asentaban en depresiones de casi dos metros de diámetro, rodeados de miles de raíces. Entre ellos se encontraban las aneurophytales, plantas que vívían en el suelo del bosque, como los helechos modernos, posiblemente luchando para abrirse camino como las actuales enredaderas. Las aneurophytales son los primeros en el registro fósil que tenían madera auténtica y el grupo más antiguo conocido en el linaje que condujo a las plantas de semillas. También hallaron un ejemplo importante de un musgo de árbol.
El equipo cree que el área probablemente disfrutó de un ambiente de humedal en un clima tropical. En el momento en el bosque de Gilboa empezó a emerger la Tierra experimentó una dramática caída en los niveles globales de dióxido de carbono atmosférico y el enfriamiento asociado llevó a un período de glaciación.
Imagen Frank Mannolini
ABC
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