
Los ejemplares, que se encontraron en la sierra del Montsec (Lleida), corresponden a huevos pequeños, de unos 7 centímetros de altura y 4 de ancho. Todos pertenecen a una misma especie y la diferencia principal respecto de otros huevos de la misma época es su forma asimétrica, parecida a la de un huevo de gallina.
La forma de estos huevos es una característica única en los ejemplares de dinosaurios terópodos del Cretácico Superior y sugiere un vínculo con las aves. La asimetría en los huevos de los pájaros está asociada a la fisiología de las aves: toman esta forma por la existencia de un único oviducto que no puede formar más de un huevo a la vez. En este caso, la región del oviducto que origina la membrana de la cáscara, confiere esta forma asimétrica al huevo. Gracias a esta forma el extremo más grueso aloja una bolsa de aire que facilita la respiración del pájaro en las últimas etapas de desarrollo. Se trata de un paso evolutivo que aún estaba muy poco desarrollado en los dinosaurios.
La investigación del huevo Sankofa pyrenaica ha sido publicada recientemente en la revista 'Palaeontology'.
La forma de estos huevos es una característica única en los ejemplares de dinosaurios terópodos del Cretácico Superior y sugiere un vínculo con las aves. La asimetría en los huevos de los pájaros está asociada a la fisiología de las aves: toman esta forma por la existencia de un único oviducto que no puede formar más de un huevo a la vez. En este caso, la región del oviducto que origina la membrana de la cáscara, confiere esta forma asimétrica al huevo. Gracias a esta forma el extremo más grueso aloja una bolsa de aire que facilita la respiración del pájaro en las últimas etapas de desarrollo. Se trata de un paso evolutivo que aún estaba muy poco desarrollado en los dinosaurios.
La investigación del huevo Sankofa pyrenaica ha sido publicada recientemente en la revista 'Palaeontology'.
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